En el marco del Centro de la Cultura del Rioja, se llevó a cabo el segundo encuentro “Presente y Futuro de las Bodegas de Logroño”. Una conversación que reunió a representantes de cinco bodegas emblemáticas de la capital riojana: Bodegas Arizcuren, Bodegas Olarra, Bodegas Franco-Españolas, Bodegas Campo Viejo y Bodegas Marqués de Vargas. La moderadora, Elena Corzana, enóloga y miembro destacado de la Asociación de Sumilleres de La Rioja, dirigió la charla, explorando las historias, proyectos y visiones de cada una de las bodegas.

La diversidad fue el hilo conductor esencial que une a estas bodegas, cada una aportando su singularidad al tejido vitivinícola de la enópolis de Logroño. Javier Arizcuren de Bodegas Arizcuren compartió su historia de cinco generaciones de viticultores arraigados en la Sierra de Yerga. Su proyecto destaca por la recuperación de variedades tradicionales como Garnacha y Mazuelo, revitalizando la identidad y el patrimonio vitícola de Rioja Baja (Oriental). Además, su bodega, ubicada en el centro urbano de Logroño, también rinde homenaje a la tradición de elaborar vino en los calados del casco antiguo.

Maite Soria de Bodegas Olarra resaltó la importancia de la viña en su proyecto, con la búsqueda de pequeños viñedos km. cero y contratos con viticultores locales que preservan la riqueza del territorio. Ezequiel García y Javier Martínez de Salinas, únicos dos enólogos de la bodega desde su nacimiento hace 50 años, añaden su toque mágico a la elaboración de vinos que capturan la esencia del lugar.

Elena Pilo, de Bodegas Franco-Españolas, reveló la clave de su centenaria bodega: acercar el vino de una manera fácil y divertida. Ubicada al cruzar el emblemático puente de hierro de Logroño, la bodega se enfoca en el enoturismo como una forma de hacer que la experiencia vinícola sea accesible y emocionante.

Marta Gómez de Bodegas Campo Viejo compartió la historia de una bodega con más de 50 años, cuya arquitectura vanguardista refleja su visión de no solo facilitar la elaboración de vino, sino también de ser un destino vibrante para el enoturismo y eventos empresariales. Su enfoque fresco y lleno de color atrae a un público joven, y Marta cree firmemente en la importancia de crear un “Destino Logroño” a través de la colaboración con las otras siete bodegas locales.

Finalmente, María Vecino de Bodegas Marqués de Vargas llevó a los asistentes a los inicios de esta bodega familiar que se remontan a 1840, con las primeras viñas plantadas por Felipe de la Mata, VIII Marqués de Vargas. La construcción de la bodega en 1989 por Pelayo de la Mata, actual propietario, cumplió el sueño de su padre, Hilario de la Mata, con un concepto de château francés rodeado de viñedos.

El encuentro reveló la pasión y diversidad que caracterizan a estas bodegas, todas familiares y fieles a sus orígenes. En un momento de transformación para la región de Rioja, los representantes coincidieron en que el enoturismo está en alza, ofreciendo oportunidades para abrir las puertas del mundo del vino al público joven. La riqueza de cada bodega, su conexión con el arte y la cultura, y su autenticidad forman un sólido “Destino Logroño” que promete seguir creciendo acompañado por los amantes del vino.

Aquí el vino es capital.

   

La Asociación de Bodegas de Logroño, integrada en la Federación de Empresas de La Rioja, cuenta con el apoyo del Gobierno de La Rioja y del Ayuntamiento de Logroño.