El Centro de la Cultura del Vino, recientemente inaugurado, ha acogido el primer encuentro de las bodegas de Logroño para poner en común los retos respecto a su presente y su futuro.
Una oportunidad para escuchar a representantes de tres de las ocho bodegas de la capital riojana. Cada una con su propia historia y visión única. Miriam Ochoa de Marqués de Murrieta, Jesús Arechavaleta de Bodegas Ontañón y Cristina Gutiérrez de Viña Ijalba compartieron sus respectivos proyectos en una animada mesa redonda, moderada por Natalia Olarte, directora de innovación en Bodegas Riojanas y miembro de la asociación de sumilleres de La Rioja.
Uno de los mensajes que caló durante la conversación fue la importancia de la individualidad de cada bodega, y al mismo tiempo la importancia de estar unidas y ser complementarias. Esta diversidad es un activo valioso que enriquece la escena vinícola y enoturística de Logroño.
Las bodegas buscan ofrecer experiencias más íntimas y personalizadas para sus visitantes. Reducir el tamaño de las visitas, enfocarse en la sostenibilidad y promover un turismo de calidad son tendencias que están tomando fuerza. Además, se destacó la importancia de la profesionalización del turismo del vino, brindando a los visitantes una experiencia educativa y enriquecedora.
Un aspecto fascinante que se discutió fue la utilización de datos para comprender mejor a los visitantes. Conocer sus preferencias y deseos permite a las bodegas adaptar las experiencias y ofrecer un valor añadido. La tecnología y el análisis de datos están desempeñando un papel crucial en este proceso.
También se enfatizó sobre la importancia de dar valor a la tierra y al entorno en el que se encuentran las bodegas. En Logroño, la relación con la tierra es fundamental, y las bodegas están comprometidas en preservar y promover la belleza y la riqueza de esta región.
En resumen, el primer encuentro que nos brindó el CCR sobre el presente y futuro de las bodegas de Logroño ha sido una experiencia enriquecedora que nos mostró el camino hacia un turismo enológico más sostenible, personalizado y profesional. Cada bodega en Logroño es un tesoro con su propia historia y carácter, y juntas, están moldeando un futuro para esta ciudad. ¡Aquí el vino es capital!
La asociación Bodegas de Logroño pertenece a la Federación de Empresas de La Rioja y cuenta con el apoyo del Gobierno de La Rioja